efinir a Bea como empresa sería poco elocuente, BEA es en realidad la consecuencia de la pasión por las motos antiguas y objetos de otros tiempos devenidos en un proyecto comercial que apunta a regenerar recursos para seguir fomentando en nosotros la posibilidad de sentirnos extremadamente felices por haber conseguido UNA PIEZA tal como definimos a los artículos inéditos o raros. Bea como espacio físico es para nosotros un lugar donde volvemos a ser niños, jóvenes, o donde nos enontramos de pronto con sentimientos propios que no conocíamos.
En el sentido más ideal Bea es un remanso, es la idea de devolverle a nuestros clientes y amigos en cada visita, en cada ocasión la posibilidad de regocijarse, de regalarse, de devolverse a sí mismo algún objeto añorado, algún tesoro que lo conecta con tiempos que se fueron. Y en eso estamos día a día, en el desafío de sorprender y sorprendernos, desde una moto, un juguete o lo que sea, volvernos locos por algo que no teníamos, devolverle sentimiento o agregárselo a cada objeto que vamos consiguiendo.